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¿Dónde se fue el dinero? Un libro para organizar la economía familiar

Con este artículo inauguro una nueva sección en el blog: Lecturas favoritas. Voy a incluir en esta todos los libros que fueron cambiando en mayor o menor medida mi vida: los que me motivaron a ser mejor persona, a buscar con mayor profundidad a Dios, o que simplemente me aportaron sabiduría en áreas específicas.

¿Dónde se fue el dinero? es un libro que marcó un antes y un después en mi vida, y el hecho de tener hoy mi esposo y yo nuestra casa propia se la atribuyo en gran medida a los conocimientos que me aportó este libro. Por favor, que se entienda que todo viene de Dios, y estoy segura de eso. Lean hasta el final y van a entender a qué me refiero.


Hace algunos años, me di cuenta de que mi vida no estaba lo suficientemente ordenada. Quiero decir, ya me había recibido, estaba casada, trabajaba, con mi esposo manteníamos la casa lo mejor que podíamos, teníamos amigos, nos congregábamos y servíamos en la iglesia… Pero faltaba acomodar algo, y ese algo era nuestra economía familiar.

No teníamos deudas groseras, pero tampoco ahorros. Y más de una vez habíamos hecho gastos completamente innecesarios sin ser conscientes de que no teníamos el dinero suficiente para afrontarlos.

En fin, necesitábamos ordenar nuestra economía familiar, pero no solo eso: necesitábamos antes que nada saber cómo hacerlo. Y ese era el tema: no teníamos ni la menor idea.

¿Dónde se fue el dinero?, de Daniel González

Fue entonces cuando me recomendaron ¿Dónde se fue el dinero?, de Daniel González. Lo leí y me encantó.
Daniel González integra el equipo pastoral de la Iglesia del Centro en Buenos Aires y es autor de varios títulos. Todos sus consejos se basan en la Palabra. Y es importante aclarar que no aborda el tema promoviendo el evangelio de la prosperidad. Simplemente, nos da consejos prácticos sobre cómo ordenar nuestros gastos, cómo preparar un presupuesto mensual, cómo usar nuestra tarjeta de crédito, entre otros.

Voy a contar sobre tres puntos específicos del libro ¿Dónde se fue el dinero? que me revelaron en qué estábamos fallando en la organización de nuestra economía familiar. Estos son presupuesto mensual, uso de tarjetas de crédito y ahorro.

Presupuesto mensual


Primero: ¿qué es un presupuesto? “El presupuesto mensual de gastos es la ‘torre’ que tenemos que edificar todos los meses de nuestra vida. No podemos comenzar el mes que tenemos por delante sin sentarnos a programar los gastos” (¿Dónde se fue el dinero?, pág. 21).

En el libro ¿Dónde se fue el dinero? hay dibujos con chistes… Este es uno de ellos:

Tomado del libro ¿Dónde se fue el dinero?


Eso era exactamente lo que yo hacía. Sencillamente, anotaba los gastos que íbamos haciendo. Pero un presupuesto es exactamente lo contrario. En el presupuesto anotamos de antemano los gastos que vamos a hacer, para después ajustarnos a lo que preestablecimos.

Sin embargo, está bien anotar también los gastos que vamos realizando a lo largo del mes, pero solo para comprobar si nos estamos ajustando al presupuesto o no.

Así lo explica el autor: “Cada fin de mes es importante evaluar el presupuesto. Debo saber en qué cumplí, y en qué no; en qué anduve bien y en qué anduve mal”.

Tarjetas de crédito, ¿una bendición?

Hace unos días vi el resumen de tarjeta de crédito de ese tiempo en el que la economía de nuestra familia necesitaba (con urgencia) mejoras. El monto total a pagar superaba con creces uno de nuestros sueldos. Me alegra entender ahora que eso era desorden y que es algo que superamos y aprendimos a ordenar.

Habíamos estado pagando el monto mínimo sencillamente porque nos habíamos metido en tantos gastos innecesarios que no podíamos cubrir el total. Y con esto vuelvo otra vez a la importancia del presupuesto mensual. De verdad, ¡qué importante es saber cuánto gastamos y en qué gastamos nuestro dinero!

Y agrego un párrafo que para mí fue fundamental y hasta el día de hoy es algo a lo que le tengo que prestar atención:

“‘Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús’ (Filipenses 4:19). No dice ‘American Express’ o ‘Mastercard’. En Cristo Jesús, conforme a sus riquezas en gloria. No trate de suplir lo que le falta con artilugios financieros, porque entonces confiará en las finanzas y no en el Dios que suple todo lo que nos falta”. (¿Dónde se fue el dinero?, pág. 93).

Ahorro

Gana lo más que puedas, ahorra lo más que puedas, da lo más que puedas

John Wesley


Es muy importante separar dentro del presupuesto mensual un ítem para el ahorro porque, si no incluimos el ahorro al diseñar nuestro presupuesto, nunca nos sobrará dinero para ahorrar.

¿Por qué ahorramos? Porque los buenos tiempos pueden cambiar; por si surgen gastos inesperados que no podríamos afrontar con nuestro sueldo; para prepararnos para la vejez, entre otros…

¿Es fácil ahorrar? Si no tenemos incorporado el hábito del ahorro, no. Ahorrar requiere de mucha disciplina, pero vale la pena hacerlo.

El ahorro, además, nos ayuda a estar listos por si surge alguna posibilidad única. “Si Dios quisiera hacer un milagro y darle una casa como regalo, ¿tendría usted con qué pagar la escritura?”, pregunta el autor. Y aclara que para que Dios multiplique, antes tiene que haber algunos panes y algunos peces.

Fragmento de ¿Dónde se fue el dinero?

Mi humilde testimonio

Después de leer ese capítulo sobre el ahorro, no tardé en poner en una latita unos doscientos pesos argentinos (que en su momento, año 2018, equivaldrían a menos de diez dólares). Había anotado en un papelito “mis cinco panes y dos peces” y estaba segura del objetivo de ese ahorro: una casa.

Una latita reciclada con unos billetes de poco valor. Era hasta gracioso. Pero en ese pequeño ahorro había incluido fe y sabía que aunque se veía poco (y lo era), en manos de Dios eso podía ser suficiente.

Y lo fue.

A los meses nos llegó, sorpresivamente, la posibilidad de construir nuestra casa, y ya estábamos preparados para poder aprovechar esa oportunidad.

Palabras finales

No quiero extenderme demasiado, porque el autor toca realmente muchos puntos que para nosotros fueron fundamentales. Creo que si estás en una situación similar a la que yo estuve, si tus gastos superan tus ingresos, si tu sueldo aumentó pero tus ahorros siguen en cero… este libro es para vos. Se consigue en cualquier librería cristiana y también por Amazon.

Y como dice la tapa del libro: “El dinero no es lo más importante en nuestra vida, pero la condiciona de una manera fundamental”.

Abrazo grande
Marisol García

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2 Comentarios

  • Gisela

    Excelente aporte en el resumen y comentario!
    Solo agregar que el pago del total consumido en las tarjetas de crédito y saber cuándo comprar en cuotas ( ideal sin intereses) nos puede traer muchos beneficios en la acumulación de puntos o beneficios, así como la inserción al mundo financiero.
    Gracias Marisol! Un abrazo

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