♡ Reflexiones,  Blog

¿Qué tengo que hacer, Señor?

Esta es una pregunta que me hice muchas veces y que me sigo haciendo, y quiero contar algunas cosas que fui entendiendo con el tiempo.

Hace unos meses pasé por una enfermedad que me hizo reflexionar mucho sobre mi vida y sobre cómo Dios nos moldea. El tema no fue tanto la enfermedad en sí, sino el contexto en el que la viví: en cuarentena (como todos) y con muchos proyectos aparentemente frustrados.

Es más importante ser que hacer

No soy la persona más proactiva del mundo (definitivamente no), pero no me gusta quedarme quieta. Siempre ando buscando alguna forma de llegar a la gente, o de emprender, de hacer… Pero estando en cama, sin poder casi levantarme, y con muuuy pocas fuerzas, entendí algo y es que a Dios le importa más nuestro interior.

Es fácil escribir, dar palabras de ánimo y hasta consejos, pero muchas veces lo que uno dice no se corresponde con lo que uno vive. Y a eso me refiero con ser.

Para llevar vida a los demás, primero uno tiene que estar lleno de vida. El hacer no nace necesariamente de un corazón lleno de amor y compasión, y hay que tener cuidado con eso, porque dentro de nuestros buenos deseos puede haber otros intereses que tal vez hasta ni nosotros mismos los notamos.

¿Cómo impactar en la sociedad?

Antes de que se entienda lo contrario, creo que Dios sí nos llama a influenciar a otros, a llevar su Palabra, a alimentar al necesitado, a hacer, pero no sin antes haber pasado suficiente tiempo a solas con Él para estar nutridos de su Palabra y llenos de su presencia.

Que nuestros sueños nazcan de un corazón agradecido, no de uno insatisfecho

Esto lo entendí también a través de situaciones que me tocó vivir (esas que uno no desea que estén, pero que son las que más necesitamos) que Dios quiere primero que estemos agradecidos con lo que tenemos, sea mucho o poco, y soñar desde esa base.

Yo muchas veces soñé “en grande” sencillamente por estar disconforme (y sin motivos) con lo que el Señor me dio. Agradezco que Dios puso llamados de atención en mi vida y que ahora puedo ver lo que me rodea con otros ojos.

Dos prédicas que me impactaron

Les dejo el link de dos prédicas que me marcaron. Una de Marco Barrientos, y otra de Itiel Arroyo.

Archívenlas para escucharlas en algún momento, porque no tienen desperdicio.

***

¡Gracias por leer este artículo!

Abrazo grande.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *