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¿Qué tipo de persona sos? Parábola de los dos cimientos

Veintinueve años siendo cristiana y recién hoy entendí la parábola de los dos cimientos. ¿Nunca les pasó, que leyeron algo mil veces y un día se les prendió la lamparita? Así me pasó hoy.

Para entender mejor esta parábola, la busqué en mi Biblia y la encontré en dos evangelios: en Mateo y en Lucas. Leí las dos versiones (la de Mateo y la de Lucas) y encontré una diferencia muy sencilla pero que fue fundamental para mí para entenderla por completo.

Parábola de los dos cimientos

Para entender el sentido, siempre busco conocer el contexto social en el que se habla, y la verdad es que nunca pude comprender exactamente cómo eran las casas hace dos mil años (si alguno tiene alguna fuente confiable para compartir información sobre eso, genial).

De todas formas, lo importante es el sentido.

Mi pregunta al leer esta parábola siempre era: ¿quién construye sobre la roca hoy en día? Hasta que entendí que ¡nosotros construimos sobre roca! Todos los que buscamos tener una casa firme, las hacemos (o mandamos a hacer) sobre una plataforma de concreto o sobre un encadenado.

Entendí esto cuando leí que en el evangelio de Lucas, en vez de decir “arena”, decía “tierra”:

Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento.

Lucas 6:49

¡Clin! (sonido de lamparita que se prende)

Si la empresa que nos construyó la casa a mi esposo y a mí, nos hubiese colocado la estructura directamente sobre la tierra, sin hacer previamente una plataforma de concreto, las paredes se hubieran venido abajo por las lluvias o por el movimiento natural del suelo.

Pero no fue así. La estructura se apoyó sobre una base sólida que llevó mucho esfuerzo porque para hacerla se tuvo que preparar el terreno, nivelarlo, tener los materiales necesarios y los recursos económicos.

¿Hubiese sido más fácil hacerla sin una plataforma? Por supuesto. Nos hubiésemos ahorrado unos buenos pesos y bastante tiempo. ¿Hubiese valido la pena hacerla de esa forma? No.

Si en el momento de la construcción, hubiésemos llegado a la obra y hubiésemos visto que no había una base firme, nos habríamos asustado y enojado. Hubiésemos exigido explicaciones. Sin embargo, muchas veces nuestra vida tambalea y nos acostumbramos a eso, a vivir una vida lejos de las verdades de Dios.

Redondeando el tema, las casas necesitan una base firme donde apoyarse y nuestras vidas también (por la clase de arquitectura no les cobro nada).

Jesús, la Roca firme

En el evangelio de Juan no se menciona esta parábola, pero hojeando este libro me encontré con estas palabras de Jesús:

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

Juan 10:10

Y con énfasis repite a lo largo de este capítulo que él da su vida por nosotros, nadie se la quita sino que él la da.

Estamos muy expuestos a las mentiras de la sociedad. Nos dejamos deslumbrar por el éxito personal, por el crecimiento económico, por placeres pasajeros.

Otras personas nos hablan de lo bien que están sin Dios, y les creemos. Pero qué fácil se puede desmoronar todo: nuestra vida, nuestro matrimonio, nuestras familias… si no buscamos lo eterno, si no nos paramos sobre la Roca, que es Cristo.

Qué lindo edificar nuestras vidas sobre alguien que nos ama y nos promete una vida abundante y plena.

Dos tipos de personas, ¿cuál sos?

Entonces, hay dos tipos de personas: los que escuchan lo que Dios nos dice y obedecen; y los que escuchan y saben lo que Dios nos pide, pero no obedecen.

La pregunta entonces es, ¿qué tipo de persona sos?, ¿el que obedece o el que desobedece? ¿El que construye su vida sobre una base firme o el que apoya las paredes directamente sobre la tierra?

¿Sos el que permite que su “casa” (vida) hospede a otras personas, sea un refugio en la tormenta para otros, o por el contrario, sos el que no sabe a dónde correr cuando hay problemas?

¿Renovás tu mente con la Palabra de Dios o te dejás llevar por los pensamientos de la sociedad, que cambian constantemente y te llevan a la ruina?

***

Para finalizar, y como vengo haciendo últimamente, les voy a dejar el video de una canción que es preciosa. La escuchamos mucho con mi hija. Espero les guste y, como dice la letra, que nosotros seamos los albañiles y Jesús el arquitecto que dirija nuestras vidas.

¡Un abrazo grande!

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