Santi vence a su gigante (les cuento sobre mi Goliat)

Este libro infantil de Natalia Carrá (ilustrado por Marisa Gomes Cunha) trata de un niño llamado Santi que tiene que hacer una presentación en el colegio frente a una gran audiencia, pero le da mucho temor hablar en público por miedo a equivocarse.

Todas las noches, lee historias de la Biblia con la mamá, y el día anterior a esa presentación leen David y Goliat.

Al día siguiente, con la confianza con la que David derrotó a Goliat, Santi vence a su gigante y logra el aplauso de todo el público.

¿Cuál es tu gigante?

El libro que estamos comentando hoy es un libro para niños. Me pareció lindo hablar sobre una aplicación práctica y sobre cómo aprovechar estas lecturas para abrir un espacio de reflexión con nuestros hijos.

En las últimas páginas, la autora pregunta a los niños cuál es el Goliat de sus vidas, y los anima a pedirle al Señor el valor que necesitan para enfrentar a sus gigantes.

Es bueno no quedarnos solamente con lo que nuestros hijos nos puedan decir (y minimizarlo a “cosas de chicos”) sino también reflexionar juntos y compartirles que también nosotros a veces tenemos miedos o nervios.

La presentación de Luz en su jardín

Hace unos días, Luz (mi hija de cinco años) tenía una actividad en el jardín, en la que tenía que hablar sobre la mariposa monarca.

La noche anterior, cuando terminamos de cenar, se agarró la panza y me miró con un gesto de preocupación. En seguida me di cuenta: estaba nerviosa.

La abracé y le aclaré que estar nervioso era muy normal, y que no tuviera miedo de hacer esa presentación porque la iba a hacer muy bien y, además, después de hacerla, se iba a sentir muy contenta.

Y después de eso, le conté sobre un miedo que tuve que vencer (o, mejor dicho, que voy venciendo de a poco): conducir.

Le conté que muchas veces, cuando me subía al auto las primeras veces, me dolía la panza por los nervios. Pero que cuando terminaba de hacer el recorrido, me sentía muy contenta por haberlo logrado.

Dios también festeja con nosotros

Hace un tiempo entendí que Dios también festeja con nosotros nuestros logros (así como yo estuve muy orgullosa de que Luz haya podido hacer su presentación sobre las mariposas).

Me di cuenta de esto un día que tuve que ir a un evento en el que no conocía prácticamente a nadie (eso ya era un desafío para mí), pero además tenía que ir manejando, y era una distancia que nunca había recorrido sola.

Cuando finalizó el evento (era un desayuno para mujeres), dieron algunos regalitos: para la que tenía el embarazo más reciente, la que se había casado hacía menos tiempo, entre otros. Y uno de los regalitos fue para la que había logrado algo que le había costado mucho esfuerzo.

Levanté la mano, conté que había ido manejando hasta ese lugar, y me gané el llavero de la foto.

Pero más allá del regalito, sentí la palmadita de Dios en mi espalda, como cuando la abrazo a mi hija y le digo: “¡Felicitaciones! ¡Estoy muy orgullosa!”.

Pensaba en la “coincidencia” de que, justo el día que logré hacer algo que me daba temor, fui a un evento donde se me premió por eso. Y me sirvió para recordar una vez más lo detallista que es Dios.

No sé cuál sea tu gigante, pero te animo a ponerlo en oración y confiar en que Dios está en vos y que él es quien te ayuda.

Dónde conseguir el libro

El libro Santi vence a su gigante lo pueden conseguir en Librería Peniel o a través de este link.

¿Hay otro libro infantil del que les gustaría un artículo? ¡Espero sus comentarios!

Un abrazo grande.

Marisol